Cambio Climático y Colapso, dos caras de una misma moneda

Voy a elegir para esta asignatura de periodismo científico el tema del Cambio Climático. Sin duda creo que es el gran tema de este siglo XXI. Los temas de salud son muy importantes sin duda, pero no ponen en riesgo la supervivencia de la especie humana, el Cambio Climático sí. Hay pocos temas que amenazan tan radicalmente ( en el sentido etimológico de la palabra ) nuestra existencia como el Cambio Climático.

Y dentro de este gran tema elijo la idea concreta del Colapso civilizatorio. Pero, ¿ qué es el Colapso ? No es mas que el derrumbe progresivo del andamiaje de nuestra civilización por el agotamiento de los recursos sobre los que se sustenta ( energía fósil, materias primas,… ). Digamos que Cambio Climático y Colapso son las dos caras de una misma moneda. El clima está cambiando por el abuso de combustibles fósiles. Y el abuso en el uso de estos combustibles está originando su agotamiento. Como consecuencia nuestra civilización va a verse obligada a decrecer. Si no se toman medidas drásticas y urgentes este decrecimiento será desordenado en forma de colapso.

Las propias definiciones tanto del Cambio Climático como del Colapso son suficientes para hacernos a la idea del interés de estas dos cuestiones. Pero es que además el Colapso, aunque en pocos medios se aborde esta perspectiva, está de rabiosa actualidad. Ha sido noticia de portada la falta de microchips y como consecuencia de ello se ha ralentizado la producción mundial de coches, dispositivos electrónicos, etc. En un principio este fenómeno se achacó a la Covid-19, pero ya ha pasado más de un año desde la vuelta a la normalidad económica del mundo y el problema sigue sin solucionarse. La realidad es que empiezan a escasear muchas materias primas necesarias para la fabricación de microchips. Uno a uno se han ido encareciendo cientos de productos a nivel mundial hasta llegar a la situación actual de encarecimiento histórico de toda la cesta de la compra. El origen fundamental de este encarecimiento es el encarecimiento del precio de la energía. Se está achacando este problema a la guerra en Ucrania. Pero si bien es cierto que esta cuestión no ayuda, hay que recordar que la crisis de la energía ya empezó antes de la invasión de Ucrania. La realidad es que el mundo cada vez requiere mayor consumo de petróleo y gas natural al mismo tiempo que el planeta cada vez es capaz de ofrecernos estas materias primas a menor ritmo, menor calidad y mayor coste.

Las energías renovables se están presentando como alternativa. Pero se habla poco sobre las limitaciones físicas que estas tienen. Digamos que las energías renovables son necesarias pero no suficientes. Pocas voces se atreven a hablar que a día de hoy la única alternativa es dejar de crecer.

Estos problemas no son coyunturales y han venido para quedarse, son estructurales. Son consecuencia de nuestro consumo obsceno de materias primas y de las limitaciones físicas y geológicas de nuestro planeta. Los telediarios nos están diciendo día a día que nuestra civilización está colapsando, pero nadie quiere abrir los ojos y darse cuenta de que la fiesta de la que la humanidad lleva “disfrutando” dos siglos está llegando poco a poco a su fin. Por no ser tan catastrofistas y por terminar con una perspectiva positiva decir que es posible construir otro modo de vida y civilización en el que disfrutemos de similar nivel de calidad de vida pero consumiendo muchos menos recursos.