Pandemias, murciélagos y la depredación del planeta

Una de las hipótesis más probables del origen de la Covid-19 es la que defiende que el virus pudo pasarse de los murciélagos a los humanos en un mercado de Wuhan. De esta forma, los pobres murciélagos que siempre han pasado desapercibidos para la inmensa mayoría de los humanos ( no para los científicos ) han sido colocados en el disparadero. Pero, ¿ qué pasa con los murciélagos y los virus ?




Para empezar hay que tener en cuenta que los murciélagos han sido portadores de los virus que han originado otras epidemias como la SARS o la MERS. Además son la reserva natural de virus como los de Marburgo, Nipah y Hendra. Y se cree lo mismo sobre el Ébola. La cuestión es que los murciélagos son capaces de portar diferentes virus sin llegar a enfermarse por ellos. Al no enfermarse y por tanto no fallecer son los huéspedes perfectos.




Pero, ¿ por qué los murciélagos no enferman con los virus que portan ? Los científicos creen que la misma evolución genética que les ha posibilitado una función tan energéticamente demandante como volar ha requerido que los murciélagos tengan un sistema inmunitario más eficiente. Es por ello que la respuesta de estos mamíferos voladores ante diferentes virus es mucho más moderada que la nuestra por poner un ejemplo.


Pero es que además los murciélagos tienen otras características que los convierten en unos portadores de virus de lujo. Su capacidad para volar hace que su movilidad sea mucho más rápida y eficaz que la de cualquier otro mamífero. Por otra parte se alimentan de todo tipo de insectos portadores de virus. Y además son fundamentales para la polinización de muchas frutas que cultivamos en nuestras granjas. Por último son muy numerosos y los podemos encontrar en todos los continentes del planeta.



Todos estos argumentos nos llevan a sospechar que en efecto los murciélagos son protagonistas de muchas de las zoonosis que nos afectan. Y esto ya ha sido demostrado por investigadores de EcoHealth Alliance tras estudiar como albergaban diferentes mamíferos diferentes virus. En concreto analizaron 754 especies de mamíferos y 586 especies virales. Los resultados fueron concluyentes: los murciélagos son muy buenos huéspedes para contagiar virus a los humanos.


En cualquier caso no podemos culpabilizar a los murciélagos de epidemias o pandemias como la Covid-19. Como no podía ser de otra forma los responsables de estos desastres sanitarios somos los humanos. Hemos sido nosotros los causantes de estas zoonosis al invadir y destruir los hábitats naturales de el resto de especies.



Digamos que hasta que los humanos accedimos a los hábitats naturales en los que vivían los murciélagos estos ( y los virus que portan ) vivían en un estado de equilibrio con el resto de especies. Pero una vez que hemos destruido los hábitats naturales de los murciélagos estos han tenido que migrar a nuevos ecosistemas no preparados para vivir en equilibrio con estos mamíferos. Así los nuevos virus que incorporarían a estos espacios empezarían a propagarse fuera de equilibrio. Si además hacinamos murciélagos en mercados junto a otros animales en condiciones insalubres estamos creando las condiciones idóneas para que nuevos virus se contagien.


Así, cada vez que los humanos convertimos un bosque en un pasto, o un humedal en un cultivo, estamos alterando los equilibrios de la naturaleza y estamos propiciando que muchos virus busquen nuevas salidas. Hay decenas de miles de virus esperándonos en cada uno de esos espacios naturales que los humanos nos planteamos colonizar. Es por ello que una de las lecciones que deberíamos haber aprendido de la pandemia es que infinitamente más eficaz que el desarrollo de vacunas sería reconciliarnos como especie con el planeta que nos da cobijo.

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