Inteligencia Artificial, un arma de doble filo

Hablar de Inteligencia Artificial es una especie de entelequia ya que a día de hoy ni siquiera sabemos exactamente qué es la inteligencia ni cómo funciona en los humanos. Pero si entendiéramos como inteligencia aquello que mayormente diferencia a los humanos ( o animales desarrollados ) del resto de cosas y seres vivos, entonces podemos dar por buena la definición que Marvin Minsky dió para la IA: “ Es la ciencia que crea máquinas que hacen cosas que, si fueran hechas por un ser humano, diríamos que este humano es inteligente “.




Un tractor tradicional puede tirar de un carro como lo haría un grupo de hombres. No obstante no diríamos que ese comportamiento humano es inteligente. Por lo tanto no estaríamos ante una máquina inteligente. Sin embargo un tractor de última generación puede trabajar tierras sin necesidad de ser conducido por ningún humano. En ese caso podríamos empezar a pensar que ese tractor tiene cierto comportamiento inteligente. Haría un trabajo prácticamente equivalente al que haría un tractor tradicional pilotado por un agricultor. Y digo prácticamente porque quizá el moderno tractor no reaccionaría igual de bien que el agricultor si se encontrara en la finca un río que inesperadamente no contemplaba la cartografía que lo guía.





Pero, ¿ para qué queremos la IA ? Supongo que eso dependerá de a quién le hagas la pregunta. En mi caso considero que, como toda tecnología, debería estar al servicio de la Humanidad. En ese sentido debería servir para mejorar la vida de las personas ( más tiempo libre, salud, trabajar menos y mejor,… ) y para contribuir a la resolución de los grandes retos del siglo XXI: cambio climático, pobreza, paz mundial … Así que la Inteligencia Artificial sería otra aliada más para alcanzar dichos objetivos. Pero quizá otras personas vean en la Inteligencia Artificial solo un nicho de negocio o una herramienta para acaparar más dinero.


En este sentido los objetivos de la IA serían similares a los de otras ciencias o tecnologías. Pero, ¿ es la IA una ciencia más ? De nuevo la respuesta dependerá del prisma desde el que observemos la cuestión. Todas las ramas de la ciencia hacen avanzar a la sociedad, pero hay algunas que tienen la potencialidad de transformarla de forma revolucionaria. Así la Física Nuclear permitió crear reacciones de fisión que además de facilitarnos abundante energía barata puso a nuestra disposición armamento nuclear suficiente como para destruir a la propia humanidad. Del mismo modo la Física Nuclear podría llegar a desarrollar las reacciones de fusión y con ello dar acceso a una cantidad de energía ingente. Tanta que la transformación de la sociedad podría ser inimaginable. También podríamos hablar de la revolución que supondría el desarrollo de la computación cuántica... En esa misma categoría de ciencias revolucionarias podríamos situar a la Inteligencia Artificial. ¿ Qué sociedad resultaría una vez que la IA supiera reproducir en máquinas las emociones propias de los humanos ? La potencialidad positiva del desarrollo de la IA es inmensa. Pero la amenaza que podría suponer si la humanidad no estuviera al nivel  filosófico y ético que requiere el reto podría ser no menos devastadora.




Comentarios

Entradas populares de este blog

0ºC , ni frío ni calor

La vieja conspiranoia de los antivacunas

El proyecto Half-Earth: dejar respirar libre de nuevo a medio planeta