El R0 y la mortalidad marcan la diferencia entre pandemias

La última pandemia antes de la actual de la Covid-19 sucedió en 2009 con el brote de la gripe A H1N1. El brote fue detectado por primera vez en EEUU en abril de 2009 y se propagó por el resto del mundo con rapidez. Siendo Mexico uno de los países más afectados.


La OMS declaró la gripe del H1N1 como pandemia en junio de 2009. Para noviembre de ese mismo año, los contagios ya habían comenzado a caer, pero el organismo internacional no declaró el fin de la epidemia hasta agosto de 2010. Pese a que la mayoría de casos fueron considerados "leves", la infección tuvo un número estimado de muertes de entre 100.000 y 400.000 tan solo el primer año de la pandemia.


Pero…¿ qué diferencias existen entre la Gripe A y la actual pandemia de la Covid-19 para que la primera durara un año y la segunda más de dos ?


Dos factores son importantes en enfermedades contagiosas. En primer lugar tenemos su capacidad de contagio, y en segundo lugar su mortalidad. El primero se puede medir con el índice reproductivo básico ( R0 ) que viene a representar a cuantas personas contagia una infectada. Y el segundo se puede medir por la tasa de mortalidad que nos indica el porcentaje de personas que mueren entre los infectados. Utilizando el R0 y aplicando modelos matemáticos tipo SIR se puede simular la evolución de una pandemia.

Así en la figura adjunta observamos diferentes curvas que modelizan pandemias con diferentes R0. Las gráficas han sido obtenidas del siguiente artículo .




Además en una pandemia lo importante es controlar los picos de contagios de forma que los sistemas sanitarios no se colapsen. Cuanto mayor es la tasa de mortalidad de un virus, mayores son las hospitalizaciones, y por tanto los picos de contagios deben ser menores para no saturar el sistema sanitario. En la imagen dicho límite viene establecido por la linea horizontal de trazos. Cuando la curva de contagios desborda la línea de capacidad hospitalaria no se puede atender a los pacientes y la mortalidad se dispara. Por eso, si la curva natural de contagios supera dicho límite, hay que tomar medidas restrictivas para reducir el R0 ( confinamientos,…) y de esta forma “ laminar ” las curvas de contagios.




Dicho esto, viruses con R0 altos generan picos altos ( curva rosa ) frente a R0 bajos con picos bajos ( curva naranja ). Además viruses con mortalidades altas tendrán lineas de colapso sanitario más bajas.


Pero volvamos a la gripe A y a la Covid-19. El primer virus tenía R0 de entre 1 y 1,5 , frente al R0 de la Covid de entre 2 y 3. Además la mortalidad de la gripe A era menor del 0,5% frente a la de la Covid superior al 1%. Ahora ya entendemos por qué la Gripe A pudo gestionarse en un año sin que colapsara los sistemas sanitarios y por qué la Covid-19 está necesitando más de dos años para “ser laminada”.



Tras este análisis también podemos comprender por qué la declaración de "pandemia" por la OMS para la Gripe A fue criticada por muchos sectores que consideraron que no merecía dicho nivel de gravedad y que generó un nivel de alarma desproporcionado.

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